

En este maravilloso valle, Immerso es una presencia amable y respetuosa, dividida en cuatro volúmenes repartidos en un vasto terreno.
Las Habitaciones

La diversidad cultural del municipio donde opera permite a Immerso ofrecer una amplia gama de experiencias a sus huéspedes.
Onde estamosAfuera, envuelto en una suave belleza, hay mucho espacio y aire fresco para disfrutar. En el interior, buscamos el equilibrio entre comodidad y refinamiento, teniendo siempre la naturaleza como referencia. El proyecto, firmado por Tiago Silva Dias, se adapta al terreno ya su morfología natural, dentro de los principios que nos legó la arquitectura del sur ibérico: volúmenes multiplicados en las medias laderas y edificios llamativos en las cumbres.
Las vistas y la relación con el paisaje circundante, marcado por el valle donde se ubica y la fortísima presencia del océano, determinaron los aspectos formales del conjunto que conforma IMMERSO.
La intervención, diseñada con criterios de modernidad, en línea con el “espíritu del lugar”, promueve la conciliación entre los valores naturales y la edificación, a través de la contextualización e integración de las construcciones en el sitio, en articulación con los principios de sostenibilidad ambiental. ajustado a las condiciones climáticas locales
La apelación a los efectos sensoriales, dada por las vistas sobre el valle y el océano, se revela desde el interior hacia el exterior, a través de elementos que enfatizan la relación con el exterior: la curva, evocación de la ola, que define los techos de la habitaciones o la gran terraza del restaurante que permite disfrutar de la vista sobre el entorno natural.
En el interior, los espacios son secuenciales, con el fin de proporcionar diferentes "momentos". Son fluidos en su articulación, permitiendo una mirada dinámica entre sí y una relación constante con el exterior. Todos los espacios tienen características propias y diferenciadas, que aprovechan experiencias enfocadas, sobre todo, al confort y al aspecto placentero que se ofrece.
Los colores y texturas utilizados, así como los elementos formales, resultan de una síntesis entre el contexto natural y la contemporaneidad que se pretende imprimir, mediante el uso de una gama relativamente restringida de materiales: hormigón visto, paredes pintadas en colores dentro la paleta que ofrecen los elementos minerales, la madera de pino y el hierro pintado.
Los interiores son responsabilidad de la diseñadora Barbara Neto —basados en la naturaleza, un espacio único, con texturas de la tierra y el mar— y están curados por Alexandra Almeida D’Eça, fundadora de Immerso.
Se eligieron materiales naturales, modelados en formas orgánicas, que dan como resultado espacios tranquilos, con luz serena, la puesta de sol sobre el mar y las sombras resultantes del movimiento de las olas fueron una fuerte inspiración. Los colores están en los detalles, sobre una base neutra en tonos arena, y nos remiten a los tonos de la naturaleza en estado puro, como las notas en tonos terracota.
El hilo y la cuerda de algodón, que se transforman en luminarias, las esculturas de yeso que aportan forma y volumen a las paredes, el trenzado de las alfombras, con corcho y materiales reciclados, aportan lo que suele quedar fuera, contribuyendo a la singularidad del proyecto.